La pintura de Manuel Domingo Castellanos

 "Gram Vía al sol" acrílico sobre lienzo - 73x92cm



Entre el 8 y el 11 de julio de 2021 se ha celebrado la Feria JustMAD en el Palacio Neptuno de Madrid. Estamos contentos con los resultados




"Lincoln"
acrílico sobre lienzo -  acrylic on canvas, 146x114 cm


"Broadway"
 acrílico sobre lienzo - acrylic on canvas, 89x116 cm  

Quiero mostraros escuetamente mi trayectoria como pintor, por si tenéis a bien contemplar las imágenes de mis cuadros, que las veáis con más proximidad.
   Todo comenzó cuando en los albores de los ochenta -aquella época, que aunque parezca una paradoja,  estaba cargada de política y movida- todos teníamos deseos de expresarnos, y más aún los que habíamos concluido unos estudios pensados para ese fin.
   El cómic tenía gran repercusión en la sociedad y, en mi caso, el contacto con el que hoy es uno de los más ilustres dibujantes de cómic de nuestro país, me incitó definitivamente a realizar una pintura marcada por la línea y el color plano
   Abandoné la pintura de sesgo fotorrealista que venía haciendo mientras estudiaba los últimos cursos en la Facultad de Bellas Artes, para zambullirme entre arabescos de colores brillantes.
   Curiosamente, este periodo -como los que he tenido posteriormente- duró aproximadamente una década.
   La progresiva curiosidad de experimentar con la textura se desencadenó un verano, a la vuelta de un viaje a Turquía. No encuentro la relación explícita, pero así ocurrió.
   Para mí, los noventa empezaron llenos de materia dorada o plateada.
   La línea desenfadada que construía las imágenes a principio de los ochenta, se había hecho más seria con el paso del tiempo y, a la vuelta del imperio otomano,  se concretó en algo casi fotográfico que hizo que me interesara por este medio artístico, hasta ahora ignorado por mí.
   De esta seducción por la cámara oscura -la huella de la luz-, nació un afán por descifrar las posibles relaciones entre fotografía y pintura que cristalizó en la tesis doctoral que preparé durante los primeros años de los noventa -"la tecnificación del boceto. Jardiel, Delacámara y Oscar G. Benedí"-.
   La leí a mitad de la década y acabó siendo una de esas cosas de las que estás plenamente satisfecho; tanto por el periodo de investigación, como por el resultado final y la acogida del tribunal
  Cuando me desligué definitivamente de la tesis -cuando te das cuenta de que ya no te pertenece en exclusiva- tuve una convulsión en mi pintura y necesité renunciar a su cariz fotográfico, arrastrándome hacia unas imágenes casi abstractas donde el referente se escondía detrás de una textura que quería ahogarlo.
   En esta etapa recuperé elementos gráficos anteriores y la textura se desbordó, untando el cuadro de grosores hasta entonces desconocidos en mi trabajo: quizá era reflejo de cierta confusión ante los caminos que estaban apareciendo en el mundo del arte, donde la pintura quedaba relegada a un comparsa de otro tiempo. Concluyó a comienzos de este nuevo siglo.
   Con el Nuevo Siglo volví a ser decididamente fotográfico, con imágenes -en algunos casos-muy cercanas a lo que se entiendo hoy por realismo, pero mediatizadas por un color muy alejado de la representación tradicional. Esta década, impregnada por distintas conjugaciones entre materia, color y línea narrativa, ha resultado ser muy fructífera y bastante estable.
   En la actualidad, la materia quiere sobresalir menos -en cuanto rugosidad y volumen-, adaptándose a una estructura más nítida y fiel a aquello que se está narrando y el binomio textura-línea, viene armonizado por ésta.   Q

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